Maik Julander. La historia de un genio.

Autores: Pina & Dr. Evil

Introducción

Era un mal día para dejar de fumar, y como tal no lo hice, así que mientras daba amplias caladas en el reducido balcón que precariamente se suspendía en la fachada (maldita ley anti tabaco...), pensaba en lo mucho que hacía que no entraba por la puerta un trabajo de verdad.

¡¡¡Boom!!!

¡Coño! Antes lo digo, antes ocurre, la puerta suena insistentemente y no es la casera (¡¡el refresco no idiota!!) ya que acompaña los golpes con los más variopintos insultos, algunos de los cuales los tengo apuntados porque denotan una perspectiva lingüística que riete tú del Paco Humbral de marras.

Adquirí una postura seria y me dispuse a escribir palabros en una hoja de papel para que pareciera que redactaba algo antes de decirle a quien estaba del otro lado que pasase.

No se como describir a aquella mujer, me quedé blanco como un helado de nata en la tundra antártica y es que yo no se si ella estaba refrigerada por agua, pero a mi me producía el efecto contrario, ya que, los sudores me estaban revelando como discípulo de Camacho.
Nada más verla todo ella me olía a problemas, bueno me olía a colonia de garrafón pero con ese cuerpazo aún podría oler cosas peores y no me iba a importar. Si ya se, debo describirlas pero es que de recordar como era me pongo farruco y me es muy difícil mecanografiar con una sola mano, joder.
En fin, la chica de unos veintitantos era la expresión andante de la funciones trigonométricas, si amigos míos, su silueta era como contemplar una encarnación de la función coseno con todas esas curvas... mientras que por otro lado... ¿que os voy a decir del seno?. Su voz aterciopelada como un disco de Cañita Brava rompió el silencio diciendo algo que no olvidaré:
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Bueno muy bien no me acuerdo de lo que dijo pero os puedo hacer una interpretación que viene a ser lo más fiable posible:
-¿Sr. Julander? Tiene que ayudarme, han asesinado a mi marido y ahora planean hacer lo mismo conmigo.
Lo sabía, si es que mujeres así atraen a los problemas como si fueran imanes y no me extraña, una tipa así puede levantar los deseos de cualquiera, incluso los míos.
Muy fríamente, casi congeladamente y con la voz de barítono afónico que me caracteriza le dije:
-Señorita, no se preocupe, explíqueme con todo detalle su caso, aunque me gustaría saber qué pruebas tiene de lo que dice.

Abrió su bolso de diseño y sacó un papel sobre el que había una serie de manchas rojas (probablemente sería pintalabios o algo así) y me lo tendió.
El mensaje estaba escrito en un lenguaje de difícil compresión así que tarde un poco en comprender lo que venía a decir, la nota decía lo siguiente:

HE ASESINADO A TU MARIDO Y AHORA PLANEO HACER LO MISMO CONTIGO

FDO ATENTAMENTE: EL ASESINO.

Estaba claro, había sido un asesinato, o no, no sé...aún hoy lo dudo, pero sobre eso hablaré más tarde. Volviendo al momento en el que se presentó la Sra. Candelaria de Casas Tristes Arjidona en mi despacho, recuerdo que tras leer en voz alta la nota, empezó a llorar desesperadamente. Al principio no sabía como reaccionar, y pensé que quizá lloraba por una causa ajena al caso, por esto y por la enfermedad que sufro desde pequeño por la que a veces se me olvidan las cosas recientes, volví a leer el texto esta vez vociferando y a grito pelao....lloraba por la nota sin dudarlo.

Tras unas decenas de minutos y unos 15 cafés, 14 para mi pues soy también adicto a todo tipo de estimulantes, nos sentamos en el sofá de eskay de mi oficina.

-¿Esta mejor Sra. de Casas Tristes? ? dije
- Por favor, llámeme Candeli... -
- Como quiera Sra. Arjidona, ...quizá no sepa, pero soy el mejor (era mentira por supuesto), y tengo unos honorarios, ¿me esta entendiendo?-
- Claro, claro, no se preocupe por ello, el dinero no es problema.

En ese instante, y tras largar una ventosidad casi inocentemente, me levante y empecé a tomar nota de todo lo que la Sra. de Casas Tristes tenía que contarme.

- Bueno, empiece por el principio porque cualquier detalle puede ser clave, aunque recuerde que hay que actuar rápido, es esencial en estos casos.-

Estuvo unas cinco horas hablando, y cuando iba por los 12 años y la preadolescencia de una chica un poco fresca, empecé a cuestionarme si realmente la Sra. de Casas de Arjidona,...estoooo de Casas tristes, sabía lo que significaba la palabra ?rápido?, le corté y le dije que fuera al grano.
La historia era que el asesinado, Roberto Melape Gan Fresca, director de la mayor empresa multinacional de distribución de palillos de tender, había sido asesinado en su club de padel, exactamente en los servicios, con un tenedor de plástico y una bolsa del Covirán. El asesinato era algo escabroso, ya que, con el tenedor le habían pinchado un testículo y con la bolsa lo habían ahogado,...curioso pensé,...del Covirán...algo no cuadraba. El cuerpo lo había encontrado una limpiadora al día siguiente, más incongruencias. La Sra. de las Casas esas, siguió hablando y pasó a contarme que la policía llamó a su casa por la mañana temprano, para comentar lo del asesinato, y que en principio parecía un suicidio, algo que no le contentó pues esta claro que poca gente compra en el Covirán, y menos su marido, perdón su ex-marido. Esto último me recordó lo buena que estaba, lo rica que era, lo necesitado de dinero que estaba yo, y otra parte de mi cuerpo se encargó de recordarme lo también necesitado de amor de mi persona, levantándose. Ella al verme me dijo:

- Sr. Julander esta sufriendo una erección, creo...-
- No se, no me había dado cuenta, perdone-
- Bueno, le perdono, pero por favor súbase la cremallera...-

Tras el incidente del pantalón, y eso q era de ?Ermani?, un buen colega y chivato mío, me dispuse a cargar de pilas mi grabadora y a seguir la entrevista, ya que mi rotulador naranja Carioca se había quedado sin tinta.

Todo estaba grabado, y le dije a la Sra. ?estoy muy buena?:
- Muy bien, acepto el trabajo. Entonces usted quiere que establezca el verdadero porque del asesinato y que atrape al asesino, no?-
- ...bueno con que le corte las extremidades, y ya no pueda matarme, me vale.-
- Sra. eso tiene un alto precio...-
- No se preocupe del dinero, ya le digo que en vez de papel higiénico tengo rollos de billete de 5 euros.

Volví a sufrir una erección.




Contiunará....